Palabras de Agradecimiento Ciencias Políticas y Reconocimiento
Señor Alcedo Magarín Presidente Rector
del Instituto Formación Gerencia y Liderazgo Americano (IFGLA).
Demás integrantes de la
mesa de honor,
Maestros,
Invitados especiales,
Graduandas y
graduandos,
Señores y señoras;
Agradecer a Dios
primero por permitirnos culminar nuestros programas con éxito, y al señor
Magarín por permitirme el honor de expresarles las siguientes ideas:
Hay
jóvenes viejos, viejos jóvenes y jóvenes llenos de esperanza. Los primeros no
se cuestionan ¿Porque nuestro país
obtiene el último lugar en el informe PISA de evaluación de estudiantes?, ¿porque
nuestro país está en la lista de los más corruptos del mundo?, o ¿porque
seguimos pobremente educados? Tampoco hacen nada para mejorar esta situación.
Los
viejos jóvenes como el señor Magarín, por el contrario se preocupan por nuestro
país y trabajan día a día para hacer cambios palpables, educando en valores,
permitiendo el acceso a la educación a bajo costo y siendo ejemplos en nuestra
sociedad, estos inspiran a los jóvenes llenos de esperanza, con el objetivo de
que asuman como profesionales un gran compromiso con el cambio social que tanto
amerita nuestra patria.
Señor
Alcedo Magarín, represento esta noche a los jóvenes llenos de esperanza, formados
en el Instituto de Formación Gerencia y Liderazgo Americano (IFGLA), tengo el
honor de agradecerle el esfuerzo y empeño inconmensurable con el que usted y
otros maestros nos enseñaron en las áreas de Relaciones Internacionales y
diplomacia, ciencias políticas, locución profesional, maestría de ceremonias, y
el arte de la oratoria y dominio escénico, que hoy debemos cultivar con
esmero y dedicación.
Como
profesionales estamos conscientes que no basta agradecerles, hay que convertir
en hechos las palabras, y este es el compromiso que hoy estamos asumiendo. No es
difícil, pero tampoco fácil. Por eso debemos recordar en los momentos más
difíciles al británico y Premio Nobel de
Literatura Joseph Kipling cuando
declamó en una de sus poesías:
Cuando vayan mal las cosas
Como a veces suelen ir;
Cuando ofrezca tu camino
Sólo cuestas que subir
Cuando ya el dolor te agobie
Y no puedas ya sufrir,
Descansar acaso debes
Pero nunca desistir.
Deben
de pensar que siempre hay alguien mucho peor que nosotros, y por esto tenemos
que tener la voluntad incansable de ayudarnos unos a otros, esa voluntad
debemos combinarla con una firme convicción y nunca caer ante las imprudencias del
destino.
Agradecemos
a este centro las habilidades que hemos adquiridos para el desarrollo nuestro y
de la Nación dominicana.
¡Muchas Gracias!
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