Diplomacia Pública, Prestigio Cultural y Marca País
(parte 1)
Reunión de Miembros del CONERI en el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Dominicana. |
Hablar de Diplomacia Pública (DP) en un país como el
nuestro, es casi dar a entender que toda la gestión diplomática sea o será de
carácter público, pero, a decir verdad, se tiene un poco de razón, porque
algunas cosas son públicas y transparentes dentro de la diplomacia pública,
mientras que otras no dejan de ser sobrias, secretas y dirigidas a segmentos
reservados.
Aunque el término no es nuevo, ya que fue acuñado por Edmun Gullion
en plena Guerra Fría (1965), algunos países no han aterrizado esta práctica,
principalmente aquellos que carecen de un entretejido profesional dirigiendo el
servicio exterior o ministerio de asuntos exteriores, y sobre todo aquellos
países que no han entendido que DP no es marketing ni comunicación y mucho
menos una publicidad a corto plazo o hacer parecer el país más atractivo. Los
elementos anteriores forman parte de la marca país, que veremos en otra
entrega.
Según el Ministerio de Exteriores de Alemania, diplomacia
pública es: “la suma de todas las actividades de comunicaciones exterior
dirigida a elites o líderes de opinión y opinión en general” esto con el
objetivo de influir y crear una imagen positiva del país. Para esto se deben tener identificados los
intereses nacionales a través de diálogos con los actores nacionales. En caso
de no hacerlo así, es mucho más difícil lograr el objetivo fundamental de la
DP, que es incidir de manera indirecta sobre las decisiones de un gobierno
extranjero, a través de la modelación de las actitudes de sus ciudadanos.
Es importante recordar, que DP no es propaganda, y si con
algo se ha de caracterizar, es con la integración de la comunicación estratégica
y la política, esta última vista desde la convivencia de varias singularidades de
la “Realpolitik” y la “Noopolitik”.
En el sistema central de la DP deben primar los intereses
más allá del gobierno de turno y dar prioridad de ambos lados a las relaciones
de personas. Agregando a la diplomacia tradicional (Estado-Estado, diplomático
a diplomático), elementos de valor, como diplomacia de gente a gente a través
de programas que involucren intercambios académicos, educativos y culturales, y
el factor primordial que es goverment to people, mediante el diseño de
actividades que un gobierno realiza con las elites, grupos de opinión de una
nación, con el objetivo de influir sobre la opinión pública general y así
encaminar el logro de objetivos en materia de política exterior.
Dentro de este propósito no deben faltar las ONGs y los think
tanks, que a través de apoyos a investigaciones, cooperación, idioma y
cultura coadyuvan al cumplimiento de los objetivos de interés nacional.
La República Dominicana tiene que dar a conocer su imagen
global, en busca de combatir su poca visibilidad en otros países fuera de la región,
y a nivel regional debe realizar un rebranding de marca, con la
intención de lograr un reposicionamiento en temas neurálgicos como son:
migración; derechos humanos; corrupción, impunidad y debilidad institucional,
entre otros. Pero antes, se debe ordenar la casa realmente.
Por Andrison R. Sánchez, M.B.A.
Internacionalista y consultor
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